Este fin de semana estuve en Lugano (Suiza) visitando a una amiga que esta estudiando allí. En su residencia vive una chica de Irán, que nos dio la oportunidad de celebrar el Noruz, el año nuevo persa. Tengo que decir que la experiencia fue de lo más interesante.
El Noruz es la celebración del año nuevo para los persas y otros pueblos de Oriente, como afganos y kurdos, y es considerada la fiesta más preciada por todos los iraníes.
Sus bases se encuentran en la zoroástrica, la religión de la antigua Persia antes de la llegada del Islam en el siglo VII dC. En la antigüedad se celebraba el cumpleaños de Zoroastro, y aún hoy, hay quien celebra este día.
El Noruz de la actualidad proviene del período Sassanida, cuando se formó el último gran imperio persa antes de la llegada del Islam. La celebración comenzaba 10 días antes del año nuevo, cuando se creía que los ángeles de la guarda y los espíritus de los muertos bajaban a la tierra. El Suri es la celebración de este festival, en el que las hogueras invaden los tejados de las casas para indicar a los espíritus y ángeles que son bien recibidos. El Chahar Shanbeh-Suri (el miércoles Suri) consiste en, el último martes del año, saltar sobre el fuego con tal de purificarse de todas las enfermedades y desgracias.
Antes del Noruz, es costumbre tomar un baño, también como rito de purificación, y usar ropas nuevas. Y llega el momento. El año nuevo comienza en el momento exacto que lo hace el equinoccio de primavera (Sal Tahvil). Entonces, todos se besan las manos, se intercambian abrazos, se ofrecen caramelos para endulzar las vidas y se quema incienso para mantener alejado el mal de ojo.
Para recibir la llegada del nuevo año, se acostumbra a crear un pequeño altar con siete temas correspondientes, cada uno, a una de las siete creaciones y los siete santos inmortales de protección. Los siete símbolos comienzan con la letra “S”. Estos elementos son (normalmente):
- Siete semillas, como recordatorio de que esta es la séptima fiesta de la creación, y como símbolo de la resurrección y la vida eterna cuando estas brotan.
- Harina de trigo o de lentejas, que representa el crecimiento y que, el 13º día del año se debe tirar al aire libre.
- Espejos, que significan la auto-reflexión, con velas encendidas como símbolo del fuego.
- Vino o vinagre de alcohol.
- Huevo, símbolo universal de la fecundidad.
Actualmente, el Noruz significa, para los iraníes, una fiesta de renovación y frescura, para estar en familia y amigos, y para rendir homenaje a los muertos.
Tres españolas, rodeadas de italianos, japoneses, franceses, indios… celebrando el año nuevo persa en Lugano, la Suiza italiana, fue una experiencia preciosa y mágica, en la que las diferentes culturas se mezclaron compartiendo cosas de cada una de ellas pero, sobretodo, de la iraní. Aprendimos, nos divertimos y, después de felicitarnos el año nuevo persa y de saludar a la familia de la chica iraní por la web cam, acabamos bailando canciones tradicionales de los diferentes países representados en ese pequeño lugar de Suiza. No pudieron faltar sevillanas ni la gran y universal Macarena.
El Noruz es la celebración del año nuevo para los persas y otros pueblos de Oriente, como afganos y kurdos, y es considerada la fiesta más preciada por todos los iraníes.
Sus bases se encuentran en la zoroástrica, la religión de la antigua Persia antes de la llegada del Islam en el siglo VII dC. En la antigüedad se celebraba el cumpleaños de Zoroastro, y aún hoy, hay quien celebra este día.
El Noruz de la actualidad proviene del período Sassanida, cuando se formó el último gran imperio persa antes de la llegada del Islam. La celebración comenzaba 10 días antes del año nuevo, cuando se creía que los ángeles de la guarda y los espíritus de los muertos bajaban a la tierra. El Suri es la celebración de este festival, en el que las hogueras invaden los tejados de las casas para indicar a los espíritus y ángeles que son bien recibidos. El Chahar Shanbeh-Suri (el miércoles Suri) consiste en, el último martes del año, saltar sobre el fuego con tal de purificarse de todas las enfermedades y desgracias.
Antes del Noruz, es costumbre tomar un baño, también como rito de purificación, y usar ropas nuevas. Y llega el momento. El año nuevo comienza en el momento exacto que lo hace el equinoccio de primavera (Sal Tahvil). Entonces, todos se besan las manos, se intercambian abrazos, se ofrecen caramelos para endulzar las vidas y se quema incienso para mantener alejado el mal de ojo.
Para recibir la llegada del nuevo año, se acostumbra a crear un pequeño altar con siete temas correspondientes, cada uno, a una de las siete creaciones y los siete santos inmortales de protección. Los siete símbolos comienzan con la letra “S”. Estos elementos son (normalmente):
- Siete semillas, como recordatorio de que esta es la séptima fiesta de la creación, y como símbolo de la resurrección y la vida eterna cuando estas brotan.
- Harina de trigo o de lentejas, que representa el crecimiento y que, el 13º día del año se debe tirar al aire libre.
- Espejos, que significan la auto-reflexión, con velas encendidas como símbolo del fuego.
- Vino o vinagre de alcohol.
- Huevo, símbolo universal de la fecundidad.
Actualmente, el Noruz significa, para los iraníes, una fiesta de renovación y frescura, para estar en familia y amigos, y para rendir homenaje a los muertos.
Tres españolas, rodeadas de italianos, japoneses, franceses, indios… celebrando el año nuevo persa en Lugano, la Suiza italiana, fue una experiencia preciosa y mágica, en la que las diferentes culturas se mezclaron compartiendo cosas de cada una de ellas pero, sobretodo, de la iraní. Aprendimos, nos divertimos y, después de felicitarnos el año nuevo persa y de saludar a la familia de la chica iraní por la web cam, acabamos bailando canciones tradicionales de los diferentes países representados en ese pequeño lugar de Suiza. No pudieron faltar sevillanas ni la gran y universal Macarena.
Fuente: Casa Persa
S.
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